domingo, 27 de junio de 2010

Como hacer unas ricas torrijas :)

Paso 1:


Cogemos pan (si puede ser duro mejor que mejor) lo cortamos en rodajas (si hacemos los cortes con un poco de inclinación tal que así--> \ las torrijas quedarán más resistentes :P) y lo espolvoreamos con azucar (al que le guste la canela también le puede echar una pizquita, eso ya al gusto)




Paso 2:


Hervimos un poco de leche y la echamos por encima de nuestras rebanadas (la leche se puede echar fría pero si la calentamos el pan "chupará" mejor, tanto la leche como el azucar que hemos puesto antes)

De vez en cuando le daremos vuelta a las rebanadas para que quede bien impregnado. Dejaremos así el pan a remojo durante media hora/ una hora.

Paso 3:

Ponemos a calentar la sarten con abundante aceite (cada un@ tiene sus preferencias en cuanto al aceite, yo por ejemplo para los postres y para el percado utilizo aceite de girasol porque el de oliva deja un sabor muy fuerte, pero que cada uno use el que más le guste) y mientras batimos un huevo (si haceis muchas torrijas necesitareis más)

Paso 4:

Cuando esté caliente el aceite, cogemos las rebanadas impregnadas en leche, las pasamos por el huevo rebozándolas bien por todos los lados y las metemos a freir en la sarten, dandole vueltas cuando veamos que por un lado ya están. Despues de hacerlas un par de veces se les coge el punto, lo ideal al principio es que cuando el aceite este bien caliente bajemos un poco el fuego y hagamos primero una torrija para ver como queda y poder controlar que no se queme demasiado.

Paso 5:

Preparamos un plato/fuente con un poco de papel de cocina (para que chupe el aceite sobrante) y con una espumadera vamos sacando las torrijas. Ahora solo falta ponerles un poco de azucar/canela encima al gusto de cada uno :) buen probecho!!

lunes, 5 de abril de 2010

En la tranquilidad de la noche

Hoy, es un día de esos en lo que, sin mucha cosa que hacer, te paras a pensar en como te va la vida y como te han ido saliendo las cosas últimamente. Recordar es algo mágico, a veces me sorprendo de cuan enterradas podía tener en mi mente vivencias acumuladas desde prácticamente el comienzo de mi vida y que, con un chispazo casual, por cualquier imagen o sonido te vienen a la cabeza y no sabes de donde. Y, casi sin proponértelo, vas recorriendo el caminito de tu vida desde ese recuerdo efímero hasta tu ahora. Y lo más sorprendente es que si te paras a pensarlo un poco te das cuenta de que cada pequeña elección que has hecho a lo largo de tu vida, hasta decidir si querías el helado de chocolate o de vainilla, te ha llevado poco a poco a este momento que estas viviendo.

Pero sobre todo te centras en analizar las decisiones que según tu criterio pudieron ser erróneas, y te arrepientes de ellas, ¡las maldices! te imaginas como sería tu vida si, en ese momento, en vez de vainilla hubieses dicho chocolate. Pero nadie tiene una maquina del tiempo, hay que aprender a mirar a delante y no girar la cabeza, pese a lo que digan, no creo que cualquier tiempo pasado fuese mejor, simplemente fue un paso hacia lo que somos. Entonces comprendes qué razón tenia tu madre cuando te decía que de los errores es de lo que más se aprende en la vida ¡Las mamás los saben todo!

Pese al dolor que nos toque pasar, cada día es un gran regalo y no debemos desperdiciarlo, piensa que hasta con el más pequeño cambio ya no serías la misma persona, que todo en esta vida sucede por una razón, aunque no siempre sea para bien.

Creo que puedo decir, sin miedo a arrepentirme, que yo sí me alegro de todos los errores que he cometido. Doy gracias a mis pasos, a mis lecciones y a mi camino. Yo no cambiaría mi helado por nada del mundo porque, ante todo, estoy muy feliz de ser lo que soy y de estar aquí y ahora.